Albarracín, belleza y tradición turolense

Si el destino para tu próxima escapada es Teruel, no puedes marcharte sin antes visitar Albarracín, uno de los pueblos más bonitos de España. ¿Te animas? ¡Sigue leyendo! 

Caminar por sus encantadoras calles y escalinatas y dejarte sorprender por las casas antiguas de característico color rojizo y por los monumentos históricos es una experiencia singular que, seguro, guardarás en tu memoria por siempre. A continuación te ofrecemos una pequeña selección de los lugares y estancias más emblemáticas y llamativas del pueblo, ¡para que no te dejes nada por visitar! 

Disfruta de las casonas típicas de Albarracín. ¿Dónde?

¨ Casa de la Julianeta

La inclinada casa de la Julianeta, de las más simbólicas, se remonta al siglo XIV y se eleva sobre el ángulo agudo que forman las calles en cuesta del Portal de Molina y de Santiago, algo que marca todavía  más esa sensación de desequilibrio.

¨ Casa de Los Pérez y Toyuela     

Se trata de una casa noble que se levantó en el siglo XVII y que  sigue conservando la planta noble, la cuadra, una bodega excavada en roca, las alcobas, óleos, una cocina de carbón, varios utensilios de la época y una interesante colección de fotografía antigua de Albarracín.

¨ Casa de La Brigadiera

Está situada en la calle Azagra y se construyó a finales del siglo XVI. Su parte trasera está sobre las rocas que bordean el pueblo por su parte oriental. Perteneció a la familia Asensio de Ocón y de Marcilla. En ella vivió el brigadier José María Asensio y al morir la casa pasó a ser propiedad de su mujer, Joaquina Dolz del Castellar, apodada como "la Brigadiera". La historia cuenta que, durante la guerra de la Independencia, un oficial francés trató de abusar de la mujer de don José María. La familia y el pueblo buscaron al francés y, cuando lo atraparon, lo tiraron al vacío desde la parte de la casa que da al abismo. Desde entonces, al edificio se le conoce como la Casa de la Brigadiera.

Hoy, se ha transformado en el Hotel Albarracín.

¨ Casa de Los Navarro de Arzuriaga

Desde el final de la calle Azagra, podéis descubrir una casa única de color azul que perteneció a los Navarro de Arzuriaga en el siglo XVII, una familia que llegó a tener un gran poder económico gracias a la trashumancia. ¿A qué se debe el color azul de la fachada? Al amor. ¿Os apetece leer la leyenda, verdad? Parece que, en tiempo de trashumancia, uno de los Navarro de Arzuriaga se marchó hasta Andalucía y se enamoró apasionadamente de una bella dama de La Carolina, en Jaén. El joven trajo a su amada a Albarracín pero llegó un día en el que ésta comenzó a añorar su tierra de origen y le dijo que no podría seguir viviendo en Albarracín, a pesar de todo lo que lo quería. Al chico, que no quería perderla, se le ocurrió la idea de pintar la casa de color azul, al estilo andaluz.

¨ Casa de Los Monterde de Albarracín

Los Monterde llegaron a Albarracín con el primer Señor Azagra. El rey Muhammad ibn Mardanis, apodado el Rey Lobo, concedió la Taifa de Albarracín al señor de Estella, Pedro Ruiz de Azagra y éste distribuyó tierras entre los caballeros que lo escoltaban. El pueblo Monterde de Albarracín tomó su nombre de esta casta de caballeros que poseyó esa tierra cuando los moros salieron. Su construcción es muy cuidada: vigas labradas; tres lagartos de picaporte, mientras que las demás puertas tienen uno; gran escudo y, en la cerradura, la silueta de la Virgen del Pilar. Además, cuenta también con un pasaje abovedado que atraviesa la parte baja de la mansión.

 

Además, no pases por alto los monumentos históricos de Albarracín, ¡adelante!

¨ El castillo de Albarracín

En el centro de la primitiva medina musulmana, en un sobrecogedor peñasco, descansa el castillo. Una fortaleza asociada al origen islámico de Albarracín que, por su elevada topografía, se convierte en un mirador excepcional. Además, este conjunto fortificado es uno de los más espectaculares que se conservan en España.

¨ Las murallas de Albarracín

Comenzaron a construirse en el siglo X, aunque las mayores obras y ampliaciones tuvieron lugar cuatro siglos después. Para llegar hasta ellas, tenéis que subir una cuesta que comienza a la altura de la iglesia de Santiago. La Torre del Andador fue en su momento el punto de vigilancia principal y, por lo tanto, es el lugar de las mejores vistas. 

¨ La catedral de El Salvador de Albarracín

Se construyó entre 1572 y 1600, sobre un templo románico y mudéjar anterior. En su levantamiento participaron los maestros de Castañeda, Quinto Pierres Vedel y Alonso del Barrio Dajo. Entre los bienes que guarda, destaca el retablo mayor sobre la transfiguración y resurrección de Cristo realizado por Cosme Damián en 1566, el dedicado a San Pedro realizado por Gabriel Yoli y la Capilla del Pilar. Desde el claustro se accede al Palacio Episcopal. En la actualidad, acoge el Museo Diocesano que conserva una importante colección de tapices y orfebrería.

 

¿Te dejas envolver por este pueblo de postal?